La semilla de la palma de guano, como la de Sabal mexicana o Sabal yapa, presenta las siguientes características:
Forma y tamaño: Generalmente son globosas o subglobosas, de un diámetro de aproximadamente 8 mm a 1.5 cm.
Color: Moreno oscuras.
Estructura interna:
Embrión: Diminuto.
Endospermo: Abundante, de color blanco y muy duro. Este endospermo es una fuente de nutrientes para el embrión.
Cubierta de la semilla (tegumento): Protege el embrión y el endospermo. Puede ser fibrosa en el interior.
Recalcitrante: Es una característica importante. Esto significa que las semillas no pueden ser almacenadas por mucho tiempo, ya que pierden su viabilidad si se deshidratan o se exponen a bajas temperaturas. Deben sembrarse poco tiempo después de su recolección.
Germinación:
Puede ser lenta en condiciones naturales, a menos que haya factores que la favorezcan, como el fuego.
Se pueden emplear tratamientos pregerminativos para acelerar el proceso, como mantenerlas en bolsas negras con arena húmeda en un sitio sombreado.
La germinación es hipogea (los cotiledones permanecen bajo tierra) y puede comenzar alrededor de los 30 días después de la siembra en condiciones óptimas.
Aunque no son tan extensos como los del guano como fertilizante, las semillas de la palma de guano se utilizan principalmente para:
Propagación: Cultivar nuevas palmas para reforestación, jardinería o usos paisajísticos.