La jícara (Crescentia cujete), también conocida como güiro, jícaro o morro, es un árbol de la familia de las Bignoniaceae, nativo de las regiones tropicales de América, incluyendo México. Es famoso por sus frutos globosos y leñosos, que se utilizan para fabricar recipientes, instrumentos musicales y artesanías. Las semillas se encuentran dentro de la pulpa de estos frutos.
Aquí te detallo las características de las semillas de jícara:
Forma y Tamaño: Las semillas de jícara son generalmente planas y ovaladas o elípticas, con un borde delgado y una superficie lisa o ligeramente rugosa. Son relativamente pequeñas en comparación con el tamaño del fruto. Miden aproximadamente 7 a 10 mm de largo y unos 4 a 6 mm de ancho.
Color: Su color es típicamente marrón claro a amarillento-cremoso, a veces con un tono más oscuro en el borde.
Textura: La superficie es lisa al tacto, pero puede tener un brillo mate.
Dureza: La cubierta de la semilla es de dureza media, no tan extremadamente dura como la de algunas guayabas, pero sí lo suficientemente resistente.
Disposición en el Fruto: Las semillas están embebidas en la pulpa blanda y fibrosa del fruto.
Aunque el fruto leñoso es el más conocido, las semillas de jícara también tienen valor:
Ricas en Aceite: Las semillas contienen un porcentaje significativo de aceite comestible (alrededor del 20-25%), que es similar en composición a otros aceites vegetales. Se ha investigado su potencial para uso en la industria alimentaria o como biocombustible.
Proteínas: Son una fuente considerable de proteínas (aproximadamente 20-25%), lo que las hace nutricionalmente interesantes.
Minerales: Pueden contener minerales como hierro, calcio y fósforo.
Uso Alimentario (Potencial): En algunas regiones, las semillas se tuestan y se consumen como snack o se muelen para hacer bebidas tradicionales, como el "horchata de morro" en El Salvador. También se pueden utilizar para espesar sopas y guisos.
Ubicación en el Fruto: Las semillas están distribuidas en la pulpa blanda del fruto, lo que facilita su liberación una vez que el fruto se abre o se descompone.
Viabilidad: Las semillas de jícara suelen tener una buena viabilidad si se recolectan de frutos maduros y se almacenan adecuadamente en un lugar fresco y seco.
Latencia (Dormancia): Las semillas de jícara generalmente no presentan una latencia profunda que requiera tratamientos complejos como la estratificación en frío. Sin embargo, un remojo en agua tibia durante 24 a 48 horas antes de la siembra puede acelerar y mejorar el porcentaje de germinación, ya que ayuda a ablandar ligeramente la cubierta de la semilla.
Condiciones de Germinación:
Requieren temperaturas cálidas para germinar, idealmente entre 25°C y 30°C.
Necesitan un sustrato bien drenado pero que retenga la humedad.
La luz no es un factor crítico, pero la siembra superficial es adecuada.
Tiempo de Germinación: Con las condiciones adecuadas, la germinación puede ocurrir en un periodo de 10 a 20 días, aunque puede haber cierta variabilidad.
Propagación: El uso principal de las semillas es la propagación de la planta, ya sea para cultivar más árboles para sus frutos o para reforestación.
Alimentación: Como se mencionó, en algunas culturas las semillas son consumidas o utilizadas en bebidas y platillos.
Medicina Tradicional: Tanto las semillas como otras partes del árbol (hojas, pulpa del fruto) se han utilizado en la medicina tradicional para diversas afecciones, incluyendo problemas respiratorios y digestivos, aunque su eficacia no siempre está científicamente comprobada.
En resumen, las semillas de jícara son planas, ovaladas y de color marrón claro, con un valor nutricional interesante y una germinación relativamente sencilla que no requiere tratamientos complejos.